Descripción:

Este lleva una armadura y una especie de corona encima de su cabeza. Sus ojos son rojos y en la segunda fase del combate su ropa se prenderá fuego. Su arma parece un hacha alargada sin mango.

Al igual que otros Señores de la Ceniza, su cuerpo y armadura están cubiertos por varias cicatrices y cortes ardientes.

Combate:

La mayoría de ataques de Yhorm son fáciles de esquivar, sin embargo, casi todas las armas, aun reforzadas al máximo, no le causaran ningún daño significativo al jefe. La clave para derrotarlo se encuentra al lado de su trono, un espadón conocido como el Soberano de las tormentas.

Yhorm, el Gigante

Al activar la habilidad del Soberano de las tormentas, «Rey de la Tormenta», el jugador golpeará la espada contra el suelo, desencadenando una furiosa tormenta que causará una gran cantidad de daño a Yhorm (se precisarán más o menos 4-5 golpes cargados de tormenta, para acabar con él). Para usar la habilidad, el jugador primero debe mantener la postura durante unos segundos, momento en el cual el viento alrededor de la espada se intensifica.

Si el jugador ha terminado la quest de Siegward, él entrará en el combate con su propio Soberano de las tormentas, que le fue dado por el propio Yhorm, haciendo la pelea mucho más fácil.

Lore:

Hace mucho tiempo, Yhorm, descendiente de un antiguo conquistador, le fue encomendada la tarea de liderar a las persona que alguna vez fueron subyugadas, sirviendo como su espada y su escudo. Yhorm arriesgo todo por su gente en el campo de batalla, luchando valientemente como ejército de un solo hombre. Se dice que perdió a alguien querido por él y, como resultado, abandonó su gran escudo. En algún punto el solitario Yhorm se hizo amigo de Siegward de Catarina, el cual se convirtió en uno sus más allegados.

Yhorm se convirtió en un Señor de Ceniza para poner fin a la Llama Profanada, incluso cuándo muchos hablaron insinceramente de su papel. Sin embargo, después de haberse convertido en Señor de Ceniza, la llama infernal cayó del cielo y destruyó la ciudad.

Antes de enlazar la Primera Llama, le dio su otro Soberano de las tormentas a Siegward, quien prometió terminar el sufrimiento de Yhorm si este regresaba a la vida.